“…la independencia de los países coloniales y el apoyo de su lucha contra
el imperialismo son necesidades absolutas para el proletariado francés, belga, holandés,
y de toda Europa.
De una manera general, la tarea de los
revolucionarios es mostrar que la opresión nacional no es un hecho de la
brutalidad racial o una perversión doctrinaria sino que es la esencia misma del
capitalismo en su fase imperialista. Hay que poner en paralelo la opresión
hitleriana en Europa y la opresión colonialista en las colonias francesas,
belgas, holandesas, inglesas, americanas.”
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Spartacist League (ICL) |
TESIS SOBRE
LA CUESTIÓN NACIONAL
(1942)
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Marcel Hic
militante de la 4.ª Internacional
13. -
En toda Europa, se asiste a una ofensiva
económica del capital financiero alemán (importación de capital, fusión de empresas, primas de participación, etc.). Este avasallamiento económico no significa en ningún caso la expropiación del capital nacional, la destrucción del sistema capitalista y de los
imperialismos secundarios. El imperialismo alemán intenta fundir a las empresas de los diferentes países en beneficio de las empresas alemanas,
a ahogar las participaciones locales
con respecto a las alemanas, a absorber financieramente a los trusts, los
carteles y los bancos nacionales. Apuntan a destruir la hegemonía de los distintos capitalismos en su
propio sector, pero sin prestar atención a los derechos del capital. Todos los países de Europa tienen una dependencia cada vez más importante con el capital financiero
internacional y la preocupación de mantener
y aumentar las inversiones coloniales (Transahariano, Níger por Francia, la Compañía del Este por parte de Holanda).
En Francia, a pesar de toda la demagogia
en donde se ubican hoy los partidos burgueses,
la dependencia del capital financiero internacional resulta incontestable:
Beaudoin, Pucheut o Gribat, hombres que representan los grandes intereses económicos, se suceden en el poder. El banco Worms, después de echar, el 13 de diciembre, a Laval
del poder, se apresura a preparar un sucesor. De la confesión del mariscal Pétain surge que son los trusts quienes
dominan los comités de organización industriales y que componen instrumentos de lucha contra los pequeños y medianos patrones. Son aquellos los
que controlan el aparato de abastecimiento que sirve como una cobertura para la
organización del mercado
clandestino.
En el mismo tiempo, el capital anglosaxón procede a las inversiones en todas las empresas (Siria,
África, por parte de Francia) que están más cercanas, recomprando las acciones, y demostrando la
misma avidez por la explotación de los árabes y los negros, que la que muestran
los alemanes en la explotación de Europa. Y, a pesar de la lucha que se libra
entre las diferentes fracciones de la burguesía, es unánime en todos la voluntad de preservar y de restaurar
en su esplendor pasado la explotación de las masas europeas y africanas.
14.-
Preocupadas sobre todo por su suerte
inmediata, las masas apenas se ligan al contenido imperialista fundamental del
programa de los diferentes clanes burgueses. Ellas tendrán incluso que hacer propias las
preocupaciones imperialistas en la medida que la importación de productos básicos coloniales les parece susceptible de
aportar una solución al problema
del abastecimiento. Pero los hechos de cada día demuestran que el problema de las relaciones económicas con África y Asia es, sobre todo, un
problema político y que no
existe otra solución que el establecimiento, entre Europa y los otros
continentes, de relaciones fundadas sobre la igualdad económica.
Africa y Asia
no pueden verdaderamente aportar una contribución al abastecimiento de Europa si no son liberados de
la opresión imperialista y reciban un aporte desinteresado
por parte de los países económicamente más avanzados, pudiendo poner sus riquezas naturales y
territorios al servicio del desarrollo de la humanidad entera, y no al servicio
de los barones de la banca. Es por ello
que la independencia de los países
coloniales y el apoyo de su lucha contra el imperialismo son necesidades
absolutas para el proletariado francés, belga, holandés, y de toda Europa.
De una manera general, la tarea de los
revolucionarios es mostrar que la opresión nacional no es un hecho de la brutalidad racial o una
perversión doctrinaria sino que es la esencia misma
del capitalismo en su fase imperialista. Hay que poner en paralelo la opresión hitleriana en Europa y la opresión colonialista en las colonias francesas, belgas, holandesas,
inglesas, americanas. Hay que recordar cómo la burguesía polaca, checa, serbia, ha destruido y explotado a
los campesinos ucranianos, eslovacos, croatas. Hay que mostrar asimismo como
los capitalistas de diferentes países, proclamando sus sentimientos
nacionales, se benefician de las migajas que deja el imperialismo alemán, y viven y subsisten política y económicamente gracias a la guerra imperialista.
—Marcel
Hic, militante comunista