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Gerra eta iraultza bereizezinak
dira, argiago errateko, iraultzarik gabe ezin da gerra irabazi, eta are
zehatzago: bakarrik proletalgoaren diktadurak irabazi dezake gerra.
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La guerra y la revolución son inseparables, con más exactitud,
la guerra no puede ser ganada sin la revolución, y con precisión aún mayor:
sólo la dictadura del proletariado puede ganar la guerra.
Valentzia. Gerra zibila (1936-1939). Milizianoak barrikada batean. |
Sección Bolchevique-Leninista de España
(por la IV Internacional):
CONTRA EL FASCISMO Y
LA REACCIÓN BURGUESA:
¡DICTADURA DEL PROLETARIADO!
[Manifiesto del Primero de Mayo]
PROLETARIOS
TODOS:
El 19 de julio el proletariado español llevó a cabo la más
vasta insurrección de su
historia, a pesar de lo cual no consiguió romper sus
cadenas. La burguesía fascista, apoyada en la solidaridad del imperialismo
internacional, y ante todo de su forma más rapaz y sangrienta, el fascismo, ha
declarado a la clase obrera española una guerra a muerte. España ha sido
transformada en la arena de la lucha mundial entre el capitalismo y el
socialismo.
¿Cómo ha podido ocurrir, una vez
logradas las primeras y gloriosas victorias obreras, que nuestras fuerzas hayan
conseguido cosechar más derrotas que victorias? ¿Cómo ocurrió que anteayer
cayera Irún, ayer Málaga y que hoy Bilbao se encuentre gravemente amenazado?
Nuestras derrotas son un hecho, un hecho cruento, que no debe, no obstante,
arrastrarnos al fatalismo.
Hay que aprender de ellas en evitación
de otras mayores. Nosotros no podemos quedar satisfechos con la referencia a la
traición de ciertos técnicos militares ni tampoco a la “inevitabilidad” de
nuestra inferioridad militar.
Ninguna de ambas explicaciones ataca el
problema en su raíz. Es necesario preguntarse por qué la traición, lejos de
constituir una excepción en nuestra guerra, nos acecha por todas partes, y por
qué el proletariado mundial no nos ayuda en la misma manera que la burguesía
ayuda al fascismo. La contestación a ambas preguntas es la misma. No es de
orden militar, sino político. La razón de todas nuestras dificultades es la carencia
del poder proletario en el Estado.
El proletariado carecía el 19 de julio de la dirección
revolucionaria indispensable para la conquista del poder político, del poder
del Estado.
Las organizaciones de extrema izquierda
no estaban preparadas para derrotar al estado burgués. El anarcosindicalismo
negó, en absoluto, la necesidad del poder político: puesto ante la amarga
realidad, esta teoría ha llevado a algunos de sus jefes a rebajarse a ser
servidores del Estado burgués en lugar de erigir el Estado proletario. Tampoco
existía, ni existe, una vanguardia auténticamente marxista. Por otra parte, el
movimiento reformista se desenmascaraba como el principal apoyo de la burguesía
liberal, es decir, capitalista.
En una sociedad de clases el Estado es
el nudo de todos los problemas. Quien posee el poder del Estado puede organizar
la sociedad. El poder burgués significa traición de la revolución en beneficio
del fascismo.
Poder proletario significa
socialización de todas las reservas y actividades sociales, derechos y deberes
iguales para todos, concentración de todas las fuerzas, con el fin de conseguir
la victoria ante el fascismo.
Por este motivo, nosotros, los
bolchevique-leninistas luchamos por la democracia obrera que se manifiesta,
frente al fascismo y sus simpatizantes directos e indirectos, como dictadura
del proletariado. Nosotros substituimos a la fórmula colaboracionista y militarista
de “mando único”, la dictadura del proletariado que realiza el mando único de un
modo infinitamente más rápido y eficaz.
Nuestra guerra es una guerra de ideas,
una guerra de clases.
Puede ser victoriosa para nosotros
solamente si persistimos en nuestro ideario clasista (mil veces superior a los
ideales burgueses de derecha o de izquierda), intransigentemente y sin
limitaciones mentales.
La primera condición de la victoria es
poner término a las fórmulas negativas, como la del antifascismo a secas.
Nuestra guerra es una guerra por el socialismo, por la liberación del mundo de
la esclavitud y la explotación. Nuestra bandera es roja y rojinegra.[...]
“Sin la revolución mundial estamos
perdidos” decía Lenin. Esto vale aún mucho más para España; mas para llevar al
proletariado mundial a la insurrección debemos adelantarnos a él con nuestro
propio ejemplo.
Para hacer romper al proletariado
francés con el Frente Popular de la reacción es necesario liquidar antes la
política frente-populista de nuestros propios líderes y contraponerle el Frente
Obrero Revolucionario.
Para hacer insurgir a las masas
oprimidas por el fascismo es necesario mostrarles la salida socialista y no
pactar con nuestra propia burguesía.
La guerra y la revolución son
inseparables, con más exactitud, la guerra no puede ser ganada sin la
revolución, y con precisión aún mayor: sólo la dictadura del proletariado puede
ganar la guerra.
¿Qué es la dictadura del proletariado?
La dominación de la inmensa mayoría
sobre la minoría explotadora, concentración de todas las fuerzas
revolucionarias para la victoria militar, política y social sobre la reacción,
la ruptura definitiva con el pasado burgués.
¿Quién incorporará la dictadura del
proletariado?
Los órganos democráticos de las masas,
los consejos de obreros, campesinos y combatientes, sus asambleas y congresos
de delegados locales, regionales y nacionales, sus comités ejecutivos
revolucionarios. Los sindicatos tienen que organizar la economía, pero toda la
clase tiene que tomar en su mano la suerte de la sociedad.
La emancipación de la clase obrera sólo
puede ser obra de la clase obrera misma.
¡ ABAJO LA REPUBLICA BURGUESA !
¡ VIVA LA DICTADURA DEL PROLETARIADO !
Barcelona, 1º de mayo de 1937.
SECCIÓN BOLCHEVIQUE-LENINISTA DE ESPAÑA (por la IV
Internacional)
trotskisktak.blogspot