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Moreno Cabrera: “Cuando la promoción de lenguas minorizadas tiene éxito el españolismo empieza a hablar de imposición”

“ya no es posible realizar justificación alguna de la hegemonía del español sobre las demás lenguas, que no tenga su origen en un conjunto de procesos históricos que supusieron la imposición del español sobre las demás lenguas”



Juan Carlos Moreno Cabrera
elkarrizketa

 
 ¿Qué lleva a un nativo de Madrid a escribir un libro como este, que desmonta el españolismo lingüístico en el que el propio autor tiene que vivir?

Este libro es el tercero de una trilogía. Todos han sido escritos por encargo, lo cual muestra que hay necesidad de una crítica a fondo. Lo que me ha hecho criticar la ideología del españolismo lingüístico no es otra cosa que la ciencia lingüística, que nos ayuda a poner al descubierto las falacias de cualquier otro tipo de nacionalismo lingüístico supremacista. Esto es tanto más importante cuanto que muchos filólogos y lingüistas desarrollan, apoyan y difunden el discurso sobre el español imbuidos de esta ideología y son precisamente sus colegas en esas disciplinas quienes están en condiciones de poner de manifiesto los usos espurios o manipulados de los conceptos e instrumentos de la lingüística que se utilizan para dar apariencia científica a lo que no es más que un discurso ideológico. Por tanto, para quienes nos dedicamos a la lingüística es urgente realizar esta labor.

¿En qué consiste el españolismo lingüístico?

Tiene unas raíces muy antiguas que se pueden retrotraer al prólogo de la Gramática castellana de Nebrija, a finales del siglo XV, y ha sido desarrollada a lo largo de los siglos por diversos escritores, filólogos, pensadores y políticos y por instituciones culturales.

En la actualidad está representada por el discurso oficial de la Real Academia Española y del Instituto Cervantes y ha sido adaptada a los tiempos nuevos mediante la idea de que el español es una lengua panhispánica universal que tiene un valor mucho mayor en todos los ámbitos que las lenguas con las que convive. El españolismo lingüístico considera que todo lo que no sea invertir en potenciar e incrementar la hegemonía del español en todos los campos supone una contribución al retraso social, a la devaluación cultural, a la
Juan Carlos Moreno Cabrera
conflictividad política y al deterioro económico. Por ello, para esta ideología, la inversión y la aplicación de esfuerzos de promoción de lenguas distintas del castellano, como el euskera, pone en peligro la cohesión y el desarrollo sociales e introduce motivos para la politización y la conflictividad. Cuando estos esfuerzos por promover lenguas distintas del castellano tienen el más mínimo éxito, el españolismo empieza a hablar de imposición y de retroceso social, dado que mantiene que solo el pleno dominio o hegemonía del castellano puede asegurar la cohesión y el progreso social.


¿Qué aspectos has querido destacar en tu nuevo ensayo?

En el libro estudio sobre todo aquellas manipulaciones que se fundamentan en prejuicios falsos sobre las lenguas, ampliamente asumidos por la gente corriente. El españolismo lingüístico aprovecha la fuerza y la intensidad de esos prejuicios para mantener y afianzar la credibilidad de sus ideas fundamentales. Entre ellas están las siguientes:
–El español es la única lengua en la que todos los españoles pueden entenderse.
–Es una lengua más fácil que el gallego, catalán o euskera.
–Los primeros testimonios en lengua romance que se conservan están en castellano
–El español es una lengua mucho más útil que catalán, gallego, euskera asturiano o aragonés.
–El español dejó hace mucho de estar fragmentado en dialectos para convertirse en una lengua más homogénea que el catalán o el euskera.
–El español tiene un status comunicativo y cultural superior al de las demás lenguas del Estado español.
–El español es una lengua democrática, no politizada, que hace libres e iguales a todos los ciudadanos; la única que garantiza la intercomprensión total.
–El castellano fue expandiéndose y arrinconando a las demás lenguas peninsulares por sus méritos lingüísticos y culturales, reconocidos por la mayoría de los hablantes de las lenguas vecinas, lo que llevó a su adopción entusiasta.
–El español es un activo económico que es necesario potenciar para asegurar el desarrollo económico y la salida de la crisis cosa que no se podrá lograr si se apoyan o promueven otras lenguas.

¿Qué propones, entonces, para contrarrestar esta ideología?

En el capítulo octavo del libro se enumeran y explican algunas ideas que hay que promover para eliminar del discurso sobre el español todos sus aspectos míticos: una mezcla de prejuicios falsos, pero ampliamente admitidos, sobre cómo son y cómo funcionan las lenguas. Una vez hecha esta limpieza, ya no es posible realizar justificación alguna de la hegemonía del español sobre las demás lenguas, que no tenga su origen en un conjunto de procesos históricos que supusieron la imposición del español sobre las demás lenguas del Reino de España. Vemos que una parte del trabajo trata sobre el españolismo lingüístico en Navarra.

¿A qué se debe? ¿Navarra es un caso especial?

Para el españolismo lingüístico Valencia y Navarra son considerados ejemplos de una política lingüística adecuada, ya que sus políticas oficiales se han caracterizado por una subordinación de los intereses de las lenguas minorizadas (catalán y euskera) a los de la preservación y afianzamiento de la hegemonía de la lengua dominante, frente a Catalunya y la Comunidad Autónoma Vasca, que han apostado de forma mucho más contundente y efectiva por la promoción de sus lenguas propias.

http://www.txalaparta.eus/documentos/libros/doc/614/entrevista%20con%20juan%20carlos%20moreno%20cabrera%20errores%20y%20horrores%20del%20españolismo%20lingüístico%20gure%20liburuak.pdf