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La tarea de
los revolucionarios es, precisamente, mostrar la solidaridad que existe entre
todos los pueblos explotados, soldar enteramente el movimiento nacional de los
pueblos coloniales con aquel de los países capitalistas y dar así a la
resistencia nacional un contenido verdaderamente antiimperialista y
anticapitalista.
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solo la clase obrera es capaz de
proporcionar, a través de la toma del poder y la dictadura
del proletariado, una solución progresiva de la crisis a la que el
capitalismo precipita a la humanidad; también se debe comprender que el movimiento
nacional de las masas es, en el periodo actual, uno de los más eficaces
palancas para derrocar el capitalismo.
Indotxinako iraultzaren irudia |
TESIS SOBRE
LA CUESTIÓN NACIONAL
(1942)
☭
Marcel Hic
4. Internazionalaren militantea
17.-
El
movimiento nacional tiene, en Europa, un carácter fundamentalmente diferente de aquel nacionalismo
reaccionario e imperialista de Londres; es una de las fuerzas fundamentales que
preparan y abrigan en Europa una crisis revolucionaria. En el estado actual, la
rabia de la pequeña y mediana burguesía se vuelca contra la dominación del capital financiero alemán y de la Gestapo. El movimiento nacional
de las masas, lejos de tener raíces
estrictamente nacionalistas, se sumerge en una de las contradicciones más decisivas del sistema capitalista en la época
imperialista; es sobre todo la manifestación, bajo la forma del nacionalismo, de la radicalización de la pequeña burguesía, una nueva expresión de la revuelta de las clases medias contra el
capital financiero.
De otra parte, en ausencia de un partido
revolucionario enraizado en las masas hay que organizar un primer eje de
reagrupamiento de la clase obrera, política y organizacionalmente dislocada por el
hundimiento del aparato de Estado al que las burocracias sindicales y políticas han ligado la suerte del
proletariado. El proletariado ha visto a sus organizaciones barridas, a sus
representantes perseguidos; la victoria del hitlerismo la ha encontrado políticamente desorganizada y desorientada. También la pequeña burguesía se encuentra precipitada al primer rango de la lucha
contra el imperialismo alemán. El
desarrollo del movimiento nacional se ha constituido a través de Europa en la primera ola que anuncia
el futuro ascenso revolucionario �primera ola detrás de la cual se organizan las fuerzas de una nueva ola
proletaria. El movimiento obrero es puesto de nuevo en marcha y, bien que sus
primero pasos son dados bajo la bandera perimida del nacionalismo, esta nueva
partida obrera constituye en sí un hecho
enteramente progresivo.
De una manera general, a pesar del carácter reaccionario de las reivindicaciones,
el movimiento nacional puede jugar un rol progresivo en la crisis revolucionaria
que se prepara, en tanto que lanzará a las masas profundas de la población a la arena política, armándolas prácticamente contra la dominación del imperialismo. La característica de las grandes crisis históricas es, en efecto, la de lanzar a la
lucha contra el orden existente a los mismos que participan en la explotación y aquellos que luchan contra el régimen existente, constituyendo los
efectivos de la primera ola de la revolución.
La característica de las grandes crisis históricas es que, de hecho, precisamente,
ponen en marcha en la lucha en contra del orden existente a los mismos que, recién llegados a la lucha contra el régimen, proporcionan los efectivos de la
primera ola de la revolución.
Si, contra el proletariado, a través del movimiento nacional, se pierde la
conciencia clara de sus objetivos históricos propios, constituirá un paso atrás, una terrible amenaza para la revolución; falto de un proletariado consciente, la
crisis se va a desatar, una vez más, de una manera contrarrevolucionaria; pero es
importante tener siempre presente en el espíritu y explicar que solo la clase obrera es capaz de proporcionar, a través de la toma del poder y la dictadura del
proletariado, una solución progresiva
de la crisis a la que el capitalismo precipita a la humanidad; también se debe comprender que el movimiento
nacional de las masas es, en el periodo actual, uno de los más eficaces palancas para derrocar el capitalismo.
18.-
Precisamente porque es, social y políticamente, una escena pequeñoburguesa, el movimiento nacional puede
abrir el camino a la revolución proletaria
o a la contrarrevolución
imperialista y autoritaria. Depende sobre todo de una táctica justa de la clase obrera para que
las clases medias se unan a la bandera del socialismo o la de la reacción capitalista. El fracaso de la vanguardia
obrera sería
especialmente menos perdonable ya que el equilibrio de fuerzas entre la burguesía, las clases medias y el proletariado, después de tres años de guerra imperialista, evoluciona totalmente a
favor del proletariado. Si bien es cierto de un país a otro, dependiendo de su estructura económica y situación geográfica: Bélgica, Holanda, Noruega y más aún Francia, debido a su proximidad del frente anglosaxón, de su dependencia económica con el respeto de los fideicomisos y
bancos ingleses, el peso social de su burguesía y el carácter imperialista de su estructura económica, representan el ala derecha
reaccionaria del movimiento nacional, donde las posibilidades del triunfo del imperialismo son
serias.
Por el contrario, Checoslovaquia, Polonia,
Serbia representan el ala izquierda; la debilidad relativa de la burguesía en esos países, la importancia de la cuestión agraria, la proximidad de la URSS, son
tanto factores que acentúan el carácter revolucionario del movimiento
nacional de esos países. Pero no
se debe separar el movimiento nacional de los países del oeste y del este europeos; el trazo esencial
de movimiento nacional en Europa, es que está dirigido contra un solo y mismo
enemigo, que constituye un todo indisoluble, que la lucha del pueblo checo o
polaco por metas revolucionarias será un factor potente de radicalización de la pequeña burguesía en Francia o en Bélgica. De la misma manera, no se puede separar la
lucha de las masas de Francia o de Bélgica de la de las masas del Medio Oriente o de India,
de aquellas de los pueblos coloniales en general. La tarea de los
revolucionarios, es precisamente, mostrar la solidaridad que existe entre todos
los pueblos explotados, soldar enteramente el movimiento nacional de los
pueblos coloniales con aquel de los países capitalistas y dar así a la resistencia nacional un contenido
verdaderamente antiimperialista y anticapitalista.
—Marcel Hic
"Langileek homosexualen eskubide demokratikoak defenditu behar dituzte! Spartacist" |