“
|
Derecho a todas las comunidades lingüísticas
(bretones, vascos, flamencos o wallones, ucranios o albaneses), a
administrarse, a hacer
justicia, a recibir enseñanza, incluso enseñanza
superior, en su propia lengua.
.
"Down with Anglo Chauvinism! Independence for Quebec! Spartacus Youth Club" "Pour la révolution socialiste nord-americaine! Ligue Trotskyste / Trotskyist League" |
TESIS SOBRE
LA CUESTIÓN NACIONAL
(1942)
☭
Marcel Hic
militante de la 4.ª Internacional
7.-
La
exacerbación del
sentimiento nacional tiene consecuencias extremadamente diversas en el terreno
ideológico. Ellas oscilan entre una reacción naturalmente sana contra la supresión de la vida política, contra la mercantilización de la cultura, y un mesianismo racista, destinado a justificar mediante
una ‘pseudo-filosofía’ la dominación de aquellas potencias “elegidas”.
Solo el socialismo, avanzando sobre las
bases de un nuevo progreso material, podrá preparar un nuevo crecimiento intelectual de la
humanidad; solo él asegurará la libre administración de los pueblos en función de sus tradiciones lingüísticas y étnicas, en el marco de una organización general del mundo que no admita ni
opresores ni oprimidos; solo esto
permitirá el libre desarrollo de las culturas y de las tradiciones populares en el
cuadro de un nuevo progreso intelectual de la humanidad y solicitará de cada pueblo su aporte original al
desarrollo de una civilización humana de
carácter universal.
8.-
El
derecho de los pueblos a la autodeterminación descansa en la fórmula bolchevique sobre la cuestión nacional. Ante el imperialismo alemán y la destrucción de Europa por parte del hitlerismo y del
plan Churchillo-Gaullista de dejarle vía libre, los revolucionarios oponemos la fórmula de autodeterminación de los pueblos.
Pero esta fórmula descansa en una banalidad total si su contenido
no se precisa de la manera más clara
posible. Por eso, no se debe perder de vista las siguientes precisiones:
a) Ninguna libertad puede ser fundada
sobre la opresión: “un pueblo que oprime al otro no será jamás libre”. Esto significa, en Hungría, en Bulgaria, el apoyo total a las minorías oprimidas. Esto significa que en
Serbia, en los rangos de los Chetniks, los revolucionarios
inscriben en su bandera, no la lucha por una Gran Yugoslavia, sino la lucha por
una Federación Balcánica. Esto significa que en Francia, Bélgica y Holanda, las luchas por las
reivindicaciones nacionales no pueden estar separadas de un apoyo integral a la lucha de los pueblos
coloniales contra el imperialismo;
b) La independencia política de los pueblos es una mentira si no
descansa sobre la independencia económica; la autodeterminación de los pueblos implica necesariamente la
nacionalización de la banca y de los trusts, el monopolio
del comercio exterior. Estas medidas implican que el poder real es arrancado a
los agentes de los trusts. Implica, entonces, la liquidación total del sistema de explotación capitalista, más allá de la raza o nacionalidad
de los explotadores. La independencia política de los pueblos no puede ser asegurada más que por la revolución socialista y la toma del poder por parte
del proletariado;
c) La lucha por la independencia económica no significará la lucha por un imposible aislamiento político. El desarrollo de las fuerzas
productivas ha hecho de la producción y el intercambio de riquezas, un proceso
internacional. La experiencia de los últimos años demuestra fehacientemente que la autarquía es un fenómeno de regresión económica. Mientras más esté un país aislado geográficamente (Austria) menos se desarrolla
(países balcánicos), más perderá sentido un nacionalismo económico. Es por ello que la autodeterminación de los pueblos sería un sinsentido si no se lucha por la expropiación internacional de los capitalistas, por la lucha por
la revolución proletaria
mundial.
9.-
Los
revolucionarios marxistas no se olvidan, entonces, de las justificadas
reivindicaciones nacionales de las masas, como tampoco estas son opuestas a un programa internacionalista de revolución proletaria. La IV. Internacional inscribe en su
bandera las siguientes demandas:
a) Estados Unidos Socialistas del Mundo,
organización
internacional de la economía liberada
del lastre del capitalismo;
b) Federaciones Regionales (Federación balcánica, danubiana, ibérica, india, etc.), creación de grandes unidades políticas y administrativas, uniendo a pueblos
diferentes en una comunidad geográfica;
c) Repúblicas y comunidades nacionales, organismos
administrativos, reunidos en federaciones por la
administración de los
bienes materiales.
10.-
El
partido revolucionario levanta todas las reivindicaciones nacionales de las
masas. Hace suyas todas las demandas que apuntan a traducir concretamente la fórmula de autodeterminación de los pueblos. Derechos al pueblo checo, polaco, holandés, belga,
serbio, de organizarse en un
estado plenamente independiente y soberano, pero también derecho al pueblo de Alsacia-Lorena, del
pueblo luxemburgués, croata,
ucranio, transilvano, de elegir, por un plebiscito libremente
organizado, el Estado al que quieren pertenecer y autodeterminar su grado de
autonomía.
Grebalariak Bilbon |
Derecho a todas las comunidades lingüísticas (bretones, vascos, flamencos o
wallones, ucranianos o albaneses), a administrarse, a hacer justicia, a recibir enseñanza, incluso enseñanza superior, en su propia lengua.
Inmediatamente: la evacuación de todos los territorios ocupados por el
ejército italiano, alemán, húngaro y por la Gestapo.
Supresión de la indemnización que pagan los países ocupados, las requisas de productos
industriales y de mano de obra.
Derecho de todos los países de Europa a disponer de sus recursos
económicos en función de las necesidades de paz del
continente.
Liberación inmediata de todos los prisioneros de
guerra y de todos los deportados políticos.
Supresión de todas las medidas raciales o antisemitas.
A partir del conjunto de estas
reivindicaciones, cada pueblo de Europa las opone contra su propia burguesía como contra el imperialismo
anglo-americano, tanto así como contra el imperialismo alemán.
Los revolucionarios saben que estas
demandas no son en sí ni
progresistas, ni reaccionarias. Son reivindicaciones formales que reciben su
contenido de la clase social que las emplea. Importa entonces, ligar indisolublemente estas reivindicaciones a las
reivindicaciones del proletariado y a la perspectiva de la revolución socialista. Se debe, en lo inmediato,
ligar las reivindicaciones democráticas de los obreros, los campesinos y la pequeña burguesía (lucha por el pan, los salarios, el poder de compra, víveres). Hay que mostrar que solo la lucha de clase del proletariado, la
acción de masas disciplinadas, coronadas por la
huelga, puede golpear eficazmente la maquinaria de guerra imperialista. Hay que
organizar las masas pequeñoburguesas en torno al proletariado (redes de
simpatizantes sobre la base del trabajo, de los pueblos, de los cuarteles;
embriones de los comités de masas).
—Marcel Hic