El artículo teórico marxista Nuestra revolución y el peligro
anarcosindicalista se puede leer completo aquí:
«La existencia del estado es la prueba,
la demostración del antagonismo entre las clases sociales, ya que el estado no
es un instrumento de “armonía”, sino de guerra. La clase dominante se organiza
en estado para la defensa e imposición de sus intereses contra la clase o
clases dominadas. El estado garantiza con su fuerza el derecho de la sociedad,
pero solo en la medida en que ese derecho es la idealización de la propiedad de
la clase dominante.
Ante estas consideraciones,
profundamente realistas, se ve que el estado no es, como opinan los
anarquistas, un armatoste superfluo colocado por encima de la sociedad,
exterior a ella, sino un producto “natural” de la lucha de clases. El estado es
una clase social que en nombre de su interés se abroga la tutela y el dominio
de todas las clases sociales. El estado actual es la burguesía. La misión
histórica del proletariado consiste en la destrucción de las clases por medio
de la abolición de la propiedad. Para esta tarea, que abarcará un extenso
período de la historia, el proletariado tiene que derribar a su enemigo y
erigirse a su vez en clase dominante y, por tanto, en estado. La conquista del
poder es la condición indispensable para la obra de transformación, no por
capricho o como resultado de un acto de “libre elección”, sino por imperiosa necesidad del curso dialéctico de la
lucha.»